14 noviembre 2005

Vasos de lluvia, lágrimas y amor

El césped mojado recoge las lágrimas
de un maldito que, llorando, te ama
junto al rugir constante de la lluvia
que bendice con sus gotas el amor.

Cuántas veces en mi tristeza descubrí
cuántos hombres con tu belleza hechizaste,
cómo al final los desechaste sin dudar
vivir una vida sin estabilidad.

Entre copas, tras las sombras, te encontré.
Compartías ya tu vida junto a mí,
y al verte en tan buena compañía
volví a mí para poder estar contigo