01 enero 2007

El castigo de Adán

Por haberme desobedecido,
hombrecillo presuntuoso,
te castigaré a una muerte en vida
para que desees realmente morir.

Sufrirás por la presencia
de una bestia despiadada
que, cuando una vez la veas
no podrás apartar tus ojos de ella.

Todo tu cuerpo se congelará
y moverte tú ya no podrás.
Y estallará tu corazón tan asustado
pero no dejará entonces de latir.

Te derretirás como el hielo bajo el sol
y no verás sino como no puedes morir
para que cuando la bestia se acerque a ti
pueda seguir haciéndote sufrir.

Se te acercará silenciosamente
aunque sus pasos sean tambores de guerra
anunciando una nueva ejecución,
una muerte que jamás consumará.

Los brazos de la bestia te atraparán
en un abrazo en que tu cuerpo sufrirá,
en tu piel sentirás un gélido frío ardiente
y la cabeza se te irá, agonizando de dolor,

y tú sabrás que sigue ahí sobre tu cuello
cuando desquiciada, por todo el sufrimiento
quiera que te acerques aún más a la bestia
y sólo hacia allí te será permitido el movimiento.

Te acercarás a ella con tu cuerpo agonizando
y no podrás hacer nada para evitarlo.
Y te harás daño por poder estar junto a ella
sabiendo que lo único que quiere es dañarte aún más.

Sé ahora libre de poblar
con tus gentes todo el mundo
pero el castigo que te espera
perseguirá siempre a tu sangre.

2 Comments:

At 02 enero, 2007 12:15, Blogger David said...

Ei ei que bo, aquest m'ha agradat! bé, i els altres també, pro aquest espcialment ;)

 
At 22 enero, 2007 21:11, Anonymous Anónimo said...

uf quina mala rasca.... jeje

salut poeta!

 

Publicar un comentario

<< Home