Descubriendo un ángel
Con tan sólo una mirada
hizo trizas mis castillos
construidos en el aire,
hizo mis sueños realidad
Con tan sólo una palabra
elevó mi corazón
más allá de las estrellas
y olvidé todo el dolor
Miró hacia el infinito,
vi el saber de la paciencia,
y al volver conmigo al mundo
me dejó preso en un sueño
Rodeada de margaritas
la más bella del rosal,
su perfume nos inunda,
me ha robado el corazón
Querría dedicar este poema a aquella que me ha devuelto el anhelo en el alma, cuando ya casi olvidé como era esa sensación